Ese aroma que se huele en la naturaleza, en los bosques, en las flores y o en los árboles eso es el aceite esencial aromático al natural. Desde el dulce aroma de la Lavanda hasta la estimulante fragancia del Geranio, los aceites esenciales activan tus sentidos y vivifican el organismo. Estas esencias naturales puras extraídas de las plantas encierran propiedades para mejorar tu bienestar que no encontrarás en ningún otro lugar. Los aceites esenciales pueden usarse en una amplia variedad de aplicaciones para el bienestar físico, emocional y psicológico.
Podemos decir que el aroma de la planta es la identidad vital de la planta, su alma, su esencia de vida y luz. Por tanto los aceites esenciales son la esencia vital de las plantas de que proceden. Esta esencia se volatiza fácilmente con la acción del aire y del calor. Una gota de aceite esencial de una planta tiene una elevada concentración de material de dicha planta. Los aceites esenciales son sustancias naturales elaboradas por las plantas. Moléculas aromáticas que le dan a las plantas su aroma distintivo. Moléculas pequeñas y livianas destiladas por vapor (o a presión) de las plantas.
Según lo definido por la Organización Internacional de Normalización, el término «aceite esencial» está reservado para un «producto obtenido a partir de materia prima vegetal, ya sea por destilación con agua o vapor, o desde el epicarpio de los cítricos mediante un proceso mecánico, o por destilación seca», es decir, únicamente por medios físicos. Por consiguiente, los aceites esenciales más disponibles en el mercado se obtienen por hidrodestilación.
Se calcula que solamente un 10% de las plantas tienen esos aceites esenciales en suficiente cantidad para que sea rentable su extracción. La producción de dichas plantas se encuentran por todo el mundo.
Los aceites esenciales que se extraen de las plantas almacenan esos aceites en estructuras especiales de almacenamiento llamadas tricromas. Dentro de los tejidos vegetativos, se encuentran en células esféricas o diferentes cavidades o canales en el parénquima, y cuando dan el olor a las flores, se encuentran en las glándulas odoríferas, desde donde son liberados.
Los aceites esenciales de las plantas
Se trata de productos químicos intensamente aromáticos, no grasos, volátiles y ligeros (poco densos). Son insolubles en agua, levemente solubles en ácido acético y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se oxidan por exposición al aire.
Un aceite esencial es un extracto líquido, concentrado y complejo, obtenido por destilación por arrastre de vapor de agua de plantas aromáticas o mejor dicho de órganos de estas plantas (flor, hojas, madera…). Está compuesto de un centenar de moléculas terpénicas y aromáticas particularmente activas, originales y preparado para usar en el cuidado cotidiano de la salud.
El concepto de quimiotipo fue introducido en los 80 por el profesor Passet de Montpellier en sus estudios sobre el tomillo y posteriormente desarrollado por Pierre Franchomme y hace referencia a un marcador químico que permite identificar con precisión un aceite esencial, sus aplicaciones terapéuticas y su posible toxicidad si es que existe. Ha sido el paso para darle a la Aromaterapia un enfoque científico y riguroso.
Los componentes aromáticos de una planta pueden variar al crecer esta planta en dos lugares diferentes con condiciones de terreno y climáticas diferentes (composición de suelo, sol…) Estas variaciones de composición es lo que se llama quimiotipo.
Versatilidad
Los aceites esenciales pueden ser más o menos aromáticos, pero todos tienen múltiples propiedades en virtud de estar compuestos por cientos de sustancias con moléculas diferentes. Un aceite esencial o un holofito esencial está compuesto por cientos de diferentes moléculas que reflejan millones de años de refinamiento evolutivo. El resultado es una amplia gama de propiedades que están bien balanceadas entre sí para minimizar los efectos secundarios. Por tanto, las aplicaciones son muy variadas, por ejemplo, en la industria del sabor de comidas y bebidas, en la industria de la perfumería, en el arte y la ciencia de la terapia física y emocional, en la manufactura de cosméticos rejuvenecedores y embellecedores, en la ambientación, etc., etc.
Especies en que se encuentran:
De las 800 000 especies vegetales existentes, se considera que de un 10% pueden sintetizar aceites esenciales. El resto no darían el rendimiento suficiente.
- Coníferas o pináceas: Pinus, abetos, cedros, picea, cupresáceas (ciprés y enebro )
- Apiáceas o Umbilíferas: Anís, hinojo, apio, aneto, angélica, zanahoria, coriandro, hinojo, levístico
- Labiadas o Lamináceas: Menta, melisa, lavanda, tomillos, romeros, mentas, oréganos, hisopos, salvias, albahacas, etc.
- Lauráceas: Canela, laureles, palo de rosa, alcanforero
- Asteráceas o compuestas: Con más de 20000 especies forman la familia más grande del mundo vegetal. Abundantes en las regiones secas o áridas. Entre ellas se encuentran: manzanillas, helichrysum, santolinas, artemisia, etc.
- Mirtáceas: Eucalipto, clavo, árbol de té, mirtos
- Rutáceas: Cítricos como limón, naranja, mandarina, bergamota y pomelo.
Todas estas familias se caracterizan por la presencia de aparatos secretores de esencia en sus órganos vegetales. Las estructuras glandulares pertenecen a 3 categorías: los pelos glandulares, las cavidades glandulares y los canales glandulares. La esencia se encuentra siempre en varias estructuras, pero en proporciones diferentes y con composiciones diferentes.
Sólo las partes más concentradas de la planta en moléculas aromáticas se destilan y producen cantidad suficiente de aceite esencial.
El aceite esencial de las plantas están presentes en distintas partes de la planta:
- 1º En las flores (como en el caso de la lavanda, el jazmín y la rosa) 2º En todo el árbol (como sucede con el eucaliptus)
- 3º En las hojas (la citronela)
- 4º En la madera (el sándalo)
- 5º En la raíz (el vetiver)
- 6º En la resina que exudan (el incienso, la mirra y el benjuí)
- 7º En la resina que exudan (el incienso, la mirra y el benjuí)
- 8º En la cáscara de los frutos (el limón, la naranja y la bergamota)
Localización en la planta.
- Raíz o rizoma: cúrcuma, jengibre.
- Fruto: anís, enebro.
- Corteza: canela.
- Leño: alcanfor.
- Sumidad florida: menta, lavanda, romero.
- Flores: manzanilla.
- Hojas: eucalipto, laurel. Boldo.
De algunas plantas se extrae más de un aceite esencial, en cuyo caso el nombre varía. Por ejemplo, de las flores del naranjo se extraen por destilación, el Nerolí o azahar; por destilación de los frutos recién formados, el Petitgrain, y de la cáscara o corteza de los frutos, el aceite esencial de Naranjo. La función que realizan los aceites esenciales en las plantas son de atracción de insectos polinizadores, para la defensa frente al ataque de parásitos, insectos, animales depredadores. Así que los aceites esenciales de las plantas ayudan a la adaptación a la falta de agua. Por último son sustancias de reserva dadores de hidro geniones en los procesos de óxido-reducción
Los aceites esenciales de las plantas son compuestos naturales, líquidos, volátiles y de agradable aroma extraídos de las plantas mediante procesos de destilación. Están estructurados por moléculas aromáticas y partículas energéticas con vibración, rotación y desplazamiento que le permiten llegar al sentido más olvidado. Son sustancias muy ligeras y de textura muy fina, se fabrican a partir de una amplia variedad de flora, que va desde las plantas más modestas hasta las exóticas orquídeas, rosas y brotes de algunas frutas, como el aguacate y el plátano. También se extraen aceites esenciales de las hojas, las raíces y la corteza de árboles. Estos aceites presentan una composición química parecida a la de las hormonas, ya que tienen la capacidad de actuar sobre las personas al ser absorbidos por la piel o inhalados. Actúan sobre el organismo/metabolismo influyendo en el estado físico y emocional, activando nuestros sentimientos y vida afectiva a través del sistema nervioso.
Los aceites esenciales de las plantas son de estructura química compleja (semejantes a las hormonas), principalmente a partir de carbono, hidrógeno y oxígeno, los componentes más comunes están dentro de los ácidos, alcoholes, aldehidos, cetonas, ésteres, fenoles, terpenos y sesquiterpenos. Por esto los aceites esenciales poseen una amplia gama de efectos. Ninguna reconstitución sintética es capaz de constituir una réplica total de un aceite esencial. Los aceites esenciales son una compleja mezcla de sustancias químicas. La proporción de estas sustancias varía de un aceite a otro. Cuando las combinaciones persiguen fines terapéuticos es importante tener en cuenta no mezclar aceites esenciales con efectos opuestos. No usar más de 3 o 4 aceites y hacer que la mezcla sea agradable para la persona.
Los principales componentes de los aceites esenciales son:
- Carburos terpénicos: Los terpenos son una clase de sustancia química que se halla en los aceites esenciales, resinas y otras sustancias aromáticas de muchas plantas, como por ejemplo los pinos y muchos tipos de cítricos. Uno de los terpenos más comunes es el pineno, que se encuentra, entre otros, en la trementina, extraída del pino. Aunque no siempre se han de considerar tóxicos, los terpenos, tomados en dosis suficientemente elevadas, pueden producir convulsiones, insomnio, náuseas, pesadillas, temblores y vértigo, entre otros problemas. Algunos de los terpenos más usuales son el limoneno, felandreno, camfeno, cariofileno.
- Cetonas: Parecidas químicamente a los terpenos, algunas cetonas como la thuyona, se hallan en el Ajenjo (Artemisia absinthium), utilizado en la fabricación de numerosas bebidas alcohólicas como el vermut.
- Alcoholes: Como el borneol, mentol, geraniol, linalol o cineol.
- Fenoles: Timol, eugenol, eucaliptol, carvacrol, anetol.
- Aldehídos: Cinámico, anísico y benzoico.
- Esteres: Acetato de linalilo, salicilato de metilo (compuesto antiinflamatorio parecido a la aspirina).
- Carburos saturados y ácidos compuestos sulfurados.
Características: El aroma de las plantas aromáticas se debe a la presencia de aceites esenciales que son una representación concentrada y dinámica de las propiedades curativas de las plantas, además de contener su fuerza vital. Son producto del aire, agua, tierra y fuego y representan lo más elevado que las plantas nos pueden ofrecer. El poder de los aceites esenciales radica en la combinación de todos y cada uno de sus componentes, todos son importantes, incluso aquellos que están en pequeñas proporciones y son de poco interés aromático.
Los aceites esenciales son sustancias que, por ser muy volátiles, se las pueden obtener puras y completas por medio de destilación de hojas, flores, semillas, frutos, resinas, raíces, rizomas, maderas, cortezas o tallos.
Los aceites esenciales tienen una consistencia muy parecida al agua, unos pocos son más espesos y pueden variar según la temperatura. Generalmente los aceites esenciales flotan en el agua por tener menor densidad que ésta, salvo algunas excepciones. La forma correcta de medirlos es por peso y no por volumen.
Son incoloros o de tonos suaves, aunque hay excepciones. No se disuelven en el agua, sí en alcohol, aceites fijos, ceras, etc.
Los aceites esenciales de las plantas son sensibles a la luz solar y al aire, por esto deben ser guardados en frascos de vidrio color caramelo, bien cerrados. No deben ser expuestos a altas temperaturas ambientales, y si se combinan con alcohol, se altera completamente y afecta al aroma.
Los aceites esenciales sólo se combinan entre ellos o con aceites bases (por ejemplo, jojoba) cuando se usan para masajes, pero NUNCA cuando se utilizan para aromatizar, a través de lámparas, difusores, colgantes y vasijas.
Extracción de los aceites esenciales de las plantas: Los aceites esenciales proceden de las flores, frutos, hojas, raíces, semillas y corteza de los vegetales. El aceite de espliego, por ejemplo, procede de una flor, el aceite de pachulí, de una hoja, y el aceite de naranja, de un fruto. Los aceites se forman en las partes verdes (con clorofila) del vegetal y al crecer la planta son transportadas a otros tejidos, en concreto a los brotes en flor. Se desconoce la función exacta de un aceite esencial en un vegetal; puede ser para atraer los insectos para la polinización, o para repeler a los insectos nocivos, o puede ser simplemente un producto metabólico intermedio.
Los aceites esenciales se extraen de los tejidos mediante diversos procedimientos físicos y químicos, en función, principalmente de la parte de la planta en la que se encuentre (pétalos, raíces, tallo, ramas, semillas, savia, hojas), así como de la posibilidad de descomponer estos compuestos.
Es importante decir que la obtención siempre conlleva unas modificaciones inevitables de algunos de los compuestos que los forman. A menos que se requieran de estas transformaciones (hidrólisis, ya que en algunos casos son las que proporcionan el olor característico), se intenta que las variaciones en los compuestos sean mínimas, desarrollándose métodos más suaves de extracción.
Sobre todo, hay que señalar que los aceites esenciales no pueden aplicarse directamente sobre la piel ya que son altamente concentrados por lo que será necesario diluirlos en otros aceites.
